Tenía por aquel entonces 12 años cuando, una noche mientras jugaba con un amigo, se acercó su padre para enseñarnos unos prismáticos que había comprado. El primero en probarlos fue mi amigo y no recuerdo hacia dónde miró. Entonces llegó mi turno e instintivamente, apunté hacia la Luna. Ni por asomo podía imaginar que tuviera cráteres, mares... y aquella fue una de las visiones más sobrecogedoras de mi vida. Ahi es donde, con certeza, nació mi pasión por la Astronomía, algo que sigue durando hasta hoy, que no ha parado de crecer, y que estoy convencido que durará hasta el final de mis días.
En 1984 comenzó mi relación directa con esta ciencia, y desde entonces me he dedicado exclusivamente a la Astronomía visual. Me identifico con la Astronomía de posición. Aunque parezca raro, no me gusta la Astrofotografía, pero sí reconozco la labor de aquellos que se dedican por completo a esta especialidad. He colaborado en muchos proyectos a diferentes niveles, pero actualmente mi labor es puramente autodidacta, más lúdica y contemplativa. También soy un enamorado de la fotografía, el arte y la poesía, y me encanta perderme por los caminos y los pueblecitos que en las tardes de invierno huelen a leña.
En la actualidad colaboro recopilando y enviando datos observacionales con distintas asociaciones astronómicas a nivel tanto nacional como internacional, y también con diversos grupos para la defensa y calidad del cielo oscuro como CelFosc en España junto con la International Dark-Sky Association.