Llegada del camión con los materiales. Se descargan los bloques, el cemento, la arena... es muy importante hacer un cálculo ajustado de lo que se va a necesitar
Se empiezan a distribuir los bloques de hormigón. Su medida es de 400x200x200mm y se colocan alrededor de la plataforma para facilitar su alcance
Ya se extiende la base de cemento que soportará la primera fila de bloques. A partir de ahora, se inicia el proceso de alzado que concluirá cuando el muro alcance una altura de 176 centímetros
Antes de seguir colocando bloques, se coloca la puerta para que éstos se vayan ajustando. La puerta está hecha a medida y lleva unos refuerzos internos así como una capa de aislamiento térmico
Y así se va levantando una fila tras otra hasta llegar a alcanzar la altura de la puerta que es exactamente de 176 centímetros. Tanto la puerta como los bloques deben quedar completamente enrasados
Durante el proceso, los bloques se van rellenando con piedras pequeñas que se recogen del entorno para darle más solidez al conjunto. Así, de paso, limpiamos también el exterior y lo hacemos más "transitable"
Para alcanzar los 176 centímetros de altura exactamente, hay que jugar con el grosor de la capa de cemento entre las filas de bloques. Al contrario de lo habitual, los bloques van unidos lateralmente entre sí sin capa alguna de cemento
Se coloca la penúltima fila. Con una más, el proceso de alzado estará ya finalizado. La última fila se rellena por completo de cemento para permitir que posteriormente se puedan fijar los carriles del techo corredizo empleando taco químico
El proceso de alzado ya ha terminado. Se ha comprobado que todo tiene la altura idónea y que está perfectamente a nivel. Las paredes quedan salpicadas de cemento para que posteriormente la piedra agarre mejor
Como ya he comentado anteriormente, la última fila de bloques está completamente rellena de cemento para permitir que la estructura del tejado se pueda fijar. A partir de tendrán que pasar unos días para que todo se seque antes de empezar a poner la piedra